domingo, 23 de noviembre de 2008

Conversaciones: la imagen es nada

El lugar: un local de una conocida cadena de heladerías. No voy a decir su nombre, nos referiremos al sitio como “Raskin & Bollis”, por decir cualquier cosa.
La fecha: meses atrás.
La hora: justo después de almuerzo, justo antes de volver al trabajo.
El protagonista: un cliente de dicho local.
El antagonista: una señorita en uniforme y gorrito.

El Cliente: Buenos días.
La señorita: Buenas tardes, señor.
EC: ...sí. Bueno.
LS: ¿Qué desea?
EC: ...buenas tardes. Uno de esos combos de los letreros, por favor. El más chiquito.
LS: Con gusto, son 99 centavos. ¿Le agrando el combo por sólo 79 centavos? Tenemos también mil sheiks...
Voz interior: ¿Mil Sheiks? ¿De Arabia todos ellos?
EC: No, muchas gracias.

Llega sobre su bandeja el combo, que consiste en una bolita de helado y un bollo.

EC: !!! ??? Pero... ¡señorita!
LS: ¿Sí? ¿Se le ofrece algo más? Tenemos mil sheiks...
EC: No, no. Mire el combo que me dio.

La señorita lo mira. No encuentra nada sorprendente.

LS: ¿Le agrando el combo por sólo 79 centavos? Tenemos también...
EC: No, vea... la bola de helado está como que muy pequeña.
LS: Es que ése es el tamaño del combo. Pero por 79 centavos...
EC: No, no... pero vea la foto. En la foto la bola de helado está del mismo tamaño que el bollo. ¿Ah?

La señorita mira la foto. Ésta le da toda la razón al cliente (que por lo demás, claro, siempre la tiene). La señorita se queda pensando, encuentra un argumento irrebatible y concluye la discusión.

LS: Sí, pero las fotos a veces engañan.
EC: ...

El cliente no encuentra nada inteligente que decir ante semejante argumento, así que se retira obedientemente y se sienta en una mesita del local a consumir su postre. Se siente ... ¡¡¡engañado!!!

Pero no por la señorita de uniforme y gorrito. Por una foto promocional.

Voz interior: Te dijo “gil”...

Fin...
...de la fe del cliente en las fotos promocionales.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Letreros: ¡Divino, divino!

Vi esto por primera vez hace un largo par de años, al paso a través de la ventana de un bus. Me costó un poco asimilarlo. Cuando lo hice empecé a llamar la atención de algunos pasajeros al soltar unas risitas mal disimuladas durante un par de minutos luego del avistamiento.

Hoy volví a pasar por el sitio y ahí seguía esta frase maravillosa. Creo que amerita compartirla y que cada quien saque las conclusiones que a bien tenga.




Así, sin anestesia ni nada, que diría Manolito.

Ideas que surgen al paso:

* La típica frase adolescente “Creo en Dios, pero a mi manera” adquiere de pronto un significado mucho más... abierto, digamos.
* La religión se convierte definitivamente en algo personal e íntimo.
* Este enfoque de la espiritualidad puede ayudar a eliminar ciertos tabúes.
* ¡No puedo dejar de recordar una escena de El Exorcista!



Cosas que ocurren por ir con los ojos puestos.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Una que otra mentirita

¿Cuánta gente escuchó a Rafael Correa afirmar que el artículo que indicaba un aumento de la miseria en el Ecuador había sido escrito por el dueño de un medio de comunicación, quien había inventado la manera de medir dicha miseria?

Seguramente, muchas más que las que sabían que esa forma de medición ya existía; o que las que leyeron la nota que desmentía la propiedad de dicho medio por parte del autor de dicho artículo (supuesto autor, porque en eso la crítica del Presidente también faltó a la verdad).

De la misma manera, deben haber sido más quienes escucharon a Rafael Correa decir que Carlos Montaner pertenecía a la Human Rights Foundation (en un intento de desprestigiarla similar al de Alvaro Uribe con la Human Rights Watch) que quienes se enteraron de que esto no era cierto. Así, mentirita a mentirita, se va creando en la cabeza de la gente ese mundo que dibuja el Socialismo del Siglo XXI: un mundo en el que hay sólo dos opciones y por lo tanto toda crítica a algún aspecto de la labor del Gobierno proviene siempre y sin excepciones de banqueros, empresarios, cachorros del imperio y todos quienes conforman ese fantasma llamado “los mismos de siempre”. Y si dichas críticas aparecen en la prensa, pues está claro que ésta es corrupta, mediocre, comprometida y un actor político al que no hay que escuchar (como dijo alguna vez el Presidente claramente: “no lean El Universo”). No se cometen, pues, equivocaciones en un proceso revolucionario.

Decir que quienes hablan de peligros de la crisis y desfinanciamiento del presupuesto están haciendo campaña en su contra, (antes de concluir que “a mí qué me importa la crisis de los EEUU”) es otro intento de convencernos de que toda crítica es falsa y malintencionada. La última frase, aunque preocupante en un político y economista, puede ser tomada como un desliz o torpeza (quizá no tan torpe como dejar desatendida a una embajadora por ocuparse de la campaña). Pero pretender, luego, que la prensa sea “de oposición” por haber mencionado esta declaración es casi tan absurdo como pretender frente a la CNN que no se dijo lo que se dijo; hablando del momento presente. Y la gente, con un comprensible hastío de los grupos de poder tradicionales, acepta esta falsa dicotomía entre izquierda y derecha únicas y toma el lado de quien ha sabido utilizar a su favor este hastío, los símbolos de la jerarquía religiosa de la izquierda revolucionaria y la compra de votos. Así se termina aceptando ciegamente que no hay que creer NINGUNA
crítica de la prensa porque está parcializada y vinculada... sin cuestionarse si el Gobierno lo está también, aunque sea un poquito.

El caso de la inseguridad es otra muestra de la incapacidad por parte del poder de aceptar críticas. En su momento se dijo que se trataba de una percepción, promovida por... ¿por? Claro, los medios de comunicación. Con la mala intención de desprestigiar al Gobierno. ¡Qué malvados, qué sinvergüenzas los medios de comunicación! Pero curiosamente, una vez terminada la campaña por el SÍ, el Gobierno, luego de analizar el tema, se ve en la necesidad de declarar a la Policía en emergencia operativa a nivel nacional. Y tan en serio se toma nuestra seguridad que se decide restringir la entrada y permanencia de ciudadanos colombianos. Lo que, podría considerarse una medida útil para reducir la inseguridad. Si se piensa así, en consecuencia se debe considerar que antes, al eliminar el pasado judicial como requisito, se la había aumentado. Pero hablar del tema, en su momento, fue duramente criticado e interpretado como un ataque al gobierno.

Sabemos que durante la campaña (durante la etapa anterior de ésta: la campaña como tal no ha terminado desde que Rafael Correa fue Ministro) se utilizaron medias tintas y mentiras en contra de la Constitución ahora aprobada: temas como el aborto, el uso de drogas, el matrimonio homosexual y otros fueron utilizados de manera tramposa y mentirosa para conseguir el voto por el NO. Todo eso hay que criticarlo y no caer en el juego de la polarización en el que todo lo que haga el Presidente es negativo. Pero lo que se está haciendo desde el poder (desde hace rato) es pretender desprestigiar a la prensa hasta llegar al punto en que la gente diga “yo no les creo nada”; o dejar sembrada esa imagen de valiente lucha contra los poderosos que ayuda a quienes ya están en el poder a ganar votos. * Dicho de otra manera, utilizar la polarización para eliminar la credibilidad de quienes alguna vez digan algo que no se ajuste a sus intereses.

Ya lo están consiguiendo, a juzgar por las reacciones y comentarios de alguna gente (justamente, el “yo no les creo nada” mencionado). ¿Cuánto nos tomará el llegar a tener como única opción la prensa oficial? Y es que quizás, simplemente, la falta de discrepancias y críticas sea indispensable para alcanzar el amanecer socialista de felicidad y legitimidad que nos han ofrecido. No sería la primera vez que hay que pagar este precio por este sistema tan lleno de buenas intenciones.



* (noten también que eso de “soy el valiente que lucha contra el poder... de la prensa” es similar, aunque inverso, a la valiente lucha de Paco Velasco contra el poder... del Gobierno de LG. ¿No lo recuerdan? Fue un poco antes de asegurar que no se iba a candidatizar)

domingo, 2 de noviembre de 2008

Graffitis: Batman dejó su huella.

Caminando por Ciudad Barroca me encontré con algo que me sorprendió y me hizo recordar las ideas y expectativas que surgieron luego de ver las últimas entregas de Batman. Mi hipótesis sobre el origen de estas películas es más o menos la siguiente:



Un día Christopher Nolan estaba viendo la película de Tim Burton y se dijo: “no, esto no va. Sí, creaste una estética muy bacán, Jack Nicholson es perfecto para cualquier papel de loco y sacaste cosas de Michael Keaton que no nos esperábamos. Pero la historia podía haber mejorado mucho y el personaje te quedó un poco cliché, algo le falta.” Y se le ocurrió al director de Memento (supongo que ya todos lo saben, pero nunca está de más el dato) empezar la historia del huérfano millonario de nuevo, desde 0, para conseguir un resultado que se ajuste más a su visión del hombre murciélago. Basándose en algunos de los mejores cómics que se han hecho sobre Batman, trazó una línea argumental amplia que cubriría unas cinco películas y que terminaría con el retiro del héroe de las calles por decisión propia luego de la muerte de su compañero Robinson Crusoe. Quizá (se me dispara la imaginación) seis incluyendo una intermedia de terror psicológico y un poco separada del resto llamada “Arkham Asylum”. Y luego (me encanta imaginarme esta parte) lo haría volver basándose en “The Dark Knight Returns”; el fabuloso cómic de los 80' de Frank Miller en el que un Batman retirado regresa, ya cincuentón, a su actividad de vigilante, llegando por esas cosas de la vida y de los cómics a enfrentarse nada menos que con... ¡Superman! Y nosotros boquiabiertos. En mi caso particular, tal vez más aun porque me fascina el tema del héroe que regresa, tema que está presente en Watchmen y Los Increíbles también.

Continuando con la hipótesis, de alguna manera el director convence a los ejecutivos de la WB de que su proyecto es serio y respetuoso con el personaje, pero, pero no por eso dejará de vender. Es más, actualmente hay toda una generación que ya no es adolescente ni post, que tiene poder de compra y que busca entretenimiento que respete un poco sus capacidades intelectuales. Y los convenció.

Y lanzó la primera película, luego la segunda con la tremenda actuación de Heath Ledger (+) y tiene más cintas preparadas en su baticinturón de director. Claro que le iba a costar encontrar a un buen “Joker” para la película del retorno del caballero (oscuro, no jedi, aunque Luke también anduvo semigótico en su última película). Sobre todo por la expectativa creada luego de dos muy buenas interpretaciones. Como dato adicional, en esta película el payaso sale del estado catatónico en el que había estado hundido durante años al saber que su ¿enemigo? ha vuelto a colgarse de los edificios de Ciudad Gótica. Y luego pasan muchas, muchas cosas más. En todo caso, Christopher Nolan ya ha comenzado a reescribir Batman y va a continuar en eso (ojalá) y el personaje sigue vivo.

Especulaciones, hipótesis, suposiciones, ideas, posibles sobre todo por no saber mucho del proceso de las nuevas Batman (quizá los productores se acercaron al director con su idea y él la aceptó, ¿quién sabe? ¿Alguien lo sabe? Compartan la información, por favor.) Pero ahí están las películas, eso es real. Tanto, que encontré lo que interpreto como un testimonio de alguien a quien la última cinta le dejó algo que de alguna manera tuvo que sacarse de la cabeza.



Me encantan las obras que hacen referencia a otras. Libros que hablan de otros libros, películas que citan a otras, canciones que hablan de otros cantantes y bandas. Y claro, gente que cita canciones, libros, películas y poemas. Leí una frase de Graham Greene que decía las personas reales están repletas de seres imaginarios y aquí un ejemplo.

En este caso, una persona real pintó en una pared para hablar sobre un ser imaginario
que ya ha cumplido 70 años y sigue saltando de techo en techo para perseguir criminales y vengar la muerte de sus papás. Y sobre su amiguito de la sonrisa sangrienta.

domingo, 19 de octubre de 2008

Conversaciones: ser o no ser (ecuatoriano)

(La siguiente conversación tuvo lugar hace unos tres años, mientras nuestra TV transmitía un programa llamado “el mejor Ecuatoriano” en el que mediante votaciones realizadas a través de teléfono celular o página web se escogía a tan ilustre ciudadano. Y como buenos ecuatorianos, el programa no era una idea original sino una reedición de algo que habían hecho antes los británicos y que tuvo en su caso a Sir Winston Churchill como ganador y a la princesa Diana en tercer lugar).

José Antonio: Realmente, estos programas no... no sé, me parecen un desperdicio, todo el mundo va a estar intentando demostrar la santidad de su candidato y va a ser más un show alharaquiento que un intento real de hurgar en la identidad o “indientidad” nuestra para encontrar cosas valiosas.
Carlos Andrés: Es que así somos los ecuatorianos; ¿adivina quién está entre los opcionados?
JA: Mmm... ¿Jaime Roldós, supongo?
CA: Ya va. Verás, el problema es que vos no eres ecuatoriano.
JA: ???

(A todo esto hay que añadir que el interlocutor de Carlos Andrés no nació en el Ecuador pero ha vivido siempre acá, tiene esta nacionalidad y solamente ésta, y no tiene de dónde identificarse con otro país. En otro tema, según un amigo que viaja mucho, causa menos problemas viajar sin ningún documento a identificarse como ecuatoriano).

JA: Eeehhh... no entiendo.
CA: Es que si dices esas cosas es que no eres ecuatoriano. Si tú fueras ecuatoriano, ¿hubieras escogido a un político o a un artista?
JA: ¡Ah! Ya, ya sé: Guayasamín.
CA: ¿No te dije? No eres ecuatoriano.
JA: ¿No? Pero yo...
CA: No, si tú fueras ecuatoriano, si pensaras como ecuatoriano, ¿hubieras escogido entre los artistas a alguien reconocido por las elites, como un pintor... o a alguien que realice una actividad más popular, digamos por ejemplo la música?
JA: ¿Los hermanos Miño Naranjo? Pero eran dos, y no sé los nombres de ninguno... ¿o le escogieron al director de la sinfónica o algo así?
CA: Esto está más difícil de lo que creía. Verás, intenta por un momento pensar como ecuatoriano. ¿Hubieras escogido a un intérprete de música clásica, barroca, culta, o a uno de pasillos?
JA: ...¿la paquita ecuatoriana?
CA: A uno que se murió por tomar mucho...
JA: !!! ¿J. J.?

(Fondo musical: lo que ponen en el programa de Polo Baquerizo cuando uno de los participantes gana algo)

CA: ¡Bienvenido al Ecuador! Julio Jaramillo, nuestro ruiseñor de América, el que esparció su semilla pero no siempre su apellido por toda la costa ecuatoriana.

JA: Bueno, al menos no escogieron a Gerardo Mejía, ¿no?

(Epílogo: JJ no llegó a los 10 finalistas, además de que en realidad no murió de cirrosis. El ganador fue Eloy Alfaro, alias “el viejo luchador”, ahora resucitado y socializado en el siglo XXI. Jefferson Pérez se quedó con la medalla de plata y Guayasamín en décimo lugar).

También cabe añadir que la conversación fue levemente editada y retocada basándose en lo que quedaba de ella en mi memoria, pero es una compañera fiel y le tengo bastante confianza. Esperemos que la otra parte del diálogo no me contradiga si lee esto.

lunes, 13 de octubre de 2008

Quito Fest Día 3: in-ter-na-cio-nal

Y este año los organizadores del QuitoFest se lanzaron a realizar 3 días de concierto en vez de los 2 tradicionales. Muy buena la iniciativa, que se vio en parte frustrada por factores climáticos pero que siguió adelante: ya que el día anterior no se habían podido presentar la mitad de las bandas, en éste se juntó a todo el cartel internacional que faltaba. Hubo una excepción, Zoé de México, entiendo que no fue falta de voluntad sino problemas de agenda por el cambio de fecha. Así que tuvimos a 5 bandas 5.



Cienfue, de Panamá, tiene un sonido muy latino, muy fogoso, con rock y folklore mezclados bastante bien. Una de las últimas canciones que tocaron tenía una guitarrita que en algo me recordó a “El preso” de Fruko y sus Tesos. Esta es una de las bandas que agradezco al QF por habérmelas presentado. Tienen una página en PanamáRock y otra en MySpace, en la de MS se pueden escuchar algunos de sus temas.





La Etnnia, de Bogotá. Hacen hip hip y también hacen hop hop. Personalmente no me aportaron demasiado.













Gondwana, de Santiago, con el que debe ser el cantante de reggae más blanquito que he visto. Casi tanto como sus impecables zapatos. Yo no había escuchado nada de ellos, ni siquiera rumores, pero alguna gente del público parecía ser bastante fanática de los regueros (¿se les dice así a quienes hacen reggae?) chilenos.





Los Amigos Invisibles. Es de esas bandas que uno creyó que no conocía, pero montón de temas que había escuchado en la radio resultaron ser suyos: “amor is to love”, “en 4”,
“el disco a*al”, y algunos otros en esa onda. Fue muy divertido y bailable, sí señor.




¡Y llegó Plastilina Mosh! Se suponía que iban a tocar penúltimos, pero quedaron para el final. En las fotos y videos que he visto de PM hay solamente dos güeyes con gafas, así que de alguna manera esperaba y temía verlos sobre el escenario rodeados de sintetizadores, hechos los sabrosos cada vez que aplastaban un botón. Pero nada que ver: baterista, video (VJ, que le llaman), y cuatro que se movían entre cuerdas, teclados, voces, gritos, saltos, gestos. Una banda y un desate completos. Como para ponerse a saltar uno también y olvidarse de las fotos.





Este día no llovió (no quedó nada luego del diluvio del segundo) pero me parece perfectamente comprensible si en alguna de las
miradas de los asistentes se nota una leve sensación de desconfianza. O al menos un cierto interés en ver qué pasará luego.



De este tercer día, me quedo con la primera y las dos últimas bandas. Y bastante contento con los resultados finales del concierto. Eso incluye una que otra foto.

domingo, 5 de octubre de 2008

La 5ta victoria

No creo que hayan causado sorpresa a nadie los resultados electorales de la semana anterior. La campaña constante y omnipresente del Gobierno, el descontento de la gran mayoría con los políticos de la “oposición”, la polarización utilizada y promovida, algunas obras, algunas dádivas, alguna gente valiosa entre sus cuadros, la utilización y simplificación de iconos como Eloy Alfaro o el Ché y el chantaje de “si votan no o nulo les quitamos el bono y subimos el gas” finalmente dieron resultado y el SÍ obtuvo una cómoda victoria. Al menos por un par de semanas estaremos libres de campaña.

Yo creo que la victoria del SÍ tendrá, entre otras consecuencias, el darle más poder a gente que, quizás obnubilada por sus buenas intenciones, lo ejerce de manera abusiva. Gente que no ha respetado ni los límites impuestos por las leyes que les permitieron llegar al poder, ni los que ellos mismos definieron en las leyes que crearon una vez allí. En el primer caso, se excusaron con la maravillosa frase “no es legal, pero es legítimo”, que deja casi en la subjetividad de quien gobierne en ese momento el decidir qué puede hacerse y qué no. ¿Para qué necesitamos leyes entonces? En el segundo, se creó una ley para que nadie pueda financiar su propia campaña y evitar así que quienes más dinero tengan sean los ganadores (algo que, no lo olvidemos, ya había ocurrido en la primera vuelta); pero la contradijeron descaradamente mediante la utilización abusiva de propaganda gubernamental (con dinero que era de todos) que obviamente beneficiaba a los candidatos de su partido. Luego volvieron a irrespetar sus propias reglas mediante la autoadjudicación de la Asamblea de poderes y funciones para los que no fue elegida, en un acto de abuso de poder que sobrepasa a la instalación de la “pichicorte”. Dicho sea de paso, esto les quitó tiempo a los asambleístas para elaborar la constitución que, nos habían asegurado, era un paso indispensable hacia la construcción de una sociedad más justa. Y no fue “la derecha”, sino Alberto Acosta, el primero en reconocer que la calidad del texto sufriría por la falta de tiempo. Lo dijo al retirarse de la presidencia de la Asamblea.

Y es que la historia de los últimos años está plagada de políticos que no quisieron respetar los límites a su poder. Hay algunos que hoy se hacen llamar opositores y descaradamente pretenden pasar por paladines de la legalidad, intentando que olvidemos que ellos hicieron lo mismo en su turno. Lo terrible es que como consecuencia de esto mucha gente parece creer que los abusos de poder anteriores justifican los actuales (ejemplo clásico: el argumento de “ah, pero X hizo lo mismo y nadie dijo nada, así que ahora no protesten”), o que el llamar la atención sobre alguna irregularidad es señal inequívoca de estar de acuerdo con la deshonestidad de los anteriores gobernantes. No es así, en lo absoluto. Pero la polarización, promovida por el Presidente desde la primera vuelta, nos hace creer que reconocer los errores y abusos de un régimen nos convierte en defensores de “lo anterior”. Para la gente que ahora está en el poder, parecería que no es posible por ejemplo estar de acuerdo con los ideales “de izquierda” sin aceptar las reuniones bajo la mesa con inversionistas tramposos y representantes del Congreso; o apoyar algunas iniciativas del Gobierno pero exigir que respete las leyes. El “todo o nada” al que juegan les permite ganar más poder, SÍ, pero es muy negativo para la sociedad en su conjunto pues nos deja, por un lado, con la costumbre de “tomar lados” y justificar todo lo que se haga en nombre de un ideal (la “revolución” por ejemplo), y por otro con la imposibilidad de establecer diálogos entre orillas distintas de la ideología.


Rafael Correa ha dicho que la “partidocracia” tiene miedo a las elecciones. Pero no es muy claro a qué se refiere con esto. Cuando su ministro Fernando Bustamante dijo que la única condición que tienen otros partidos para ser incluidos es ganar elecciones, suena muy lógico. Sin embargo, esto deja de lado que, aunque nos pese, muchos de los representantes de estos partidos ya habían ganado elecciones al mismo tiempo que el actual y futuro Presidente. Sólo que en su momento se los suspendió sin importar el detalle de haberlas ganado. Por otro lado, cuando se trata de defender a otros gobernantes con quienes al parecer comparte ideología, Rafael Correa no tiene ningún empacho en decir que en democracia no es necesario tener elecciones cada cuatro años. Extraño viniendo de alguien que busca legitimizar su poder llevándolas a cabo cada dos.

Y en lo más inmediato, es su partido el que nunca se ha arriesgado a presentar candidatos a diputados: primero sus asambleístas asumieron esta función sin ningún derecho (y, voy a insistir en esto: dejando de lado su responsabilidad principal que era la redacción de la nueva constitución; de la cual se aprobó aproximadamente el 50% en dos semanas y cerca de 100 artículos en un día). Y luego no fueron capaces de entregarnos la nueva constitución, que habían elaborado pensando en el bien común, solamente con la satisfacción del deber cumplido y cobrado: pusieron como condición que, de ser ésta aprobada, se conformaría un congreso temporal con los asambleístas, en donde el Gobierno tiene mayoría. Así se ha dado el “milagro” de que un Presidente tenga mayoría en el Congreso por un considerable período de tiempo sin tener que pasar por el engorroso trámite de presentar candidatos. ¿Quién tiene miedo a las elecciones?

Lo que preocupa es que estos actos (que no son exclusivos de este Gobierno) causan que más y más gente esté dispuesta a aceptar que cualquier maña es válida en la lucha de sus candidatos por el poder. Así que es muy posible que el siguiente gobernante utilice excusas similares para acaparar poder por encima de lo que se le ponga al frente. Veremos qué dicen entonces quienes hoy justifican estas mañas.

Pero para eso habrá que esperar entre cuatro y ocho años, así que quizá ya lo hayamos olvidado.

martes, 23 de septiembre de 2008

Quito Fest Día 2: el factor San Pedro

Desde ya, éste sonaba como el mejor día del Quito Fest al ver el volante. Al menos para mis gustos personales; ni el metal ni el hip hop me enganchan por demasiado tiempo, pero la mezcla de alternativo, rock n' roll, electrónica y pop anunciada me atraía un montón.

El día inició bien, con un sol amigable que a ratos llegaba al abuso de confianza, y la potencia de Los Pescados. Según el volante del QF, esta banda manabita hace rock n' roll. Son sólo dos pero le dan duro y con ánimo, casi diría que se siente que tienen fe en el rock n' roll como tal, y eso se oye y se disfruta en su música. El baterista tiene su propio blag acá.


'Cause we're the fishes, and all we do...




Luego vino Arkabuz, banda de San Cristóbal (no de Santa Cruz como suponía hace poco). En todo caso, de Galápagos. No me atrevo a decir que suenan a archipiélago, pero tienen su onda, su presencia y su hinchada. Y sus fotos:











































Y bueno, también cabe mencionar que durante los tres días del Quito Fest el evento no se limita al concierto. Dentro del “Palacio de Cristal” del parque estaba instalada una feria informativa, con el objetivo de concientizar a la gente sobre varios temas como explotación laboral, derechos humanos, discriminación de género o degenerada, etc. Había también un espacio para hablar del virus del VIH y cómo protegerse. Aquí un afiche ilustrativo.

























Aunque habrá quien discrepe con alguno de los puntos, viéndolo de cerca:

























Sobre el escenario era el turno de Los Nietos. Nietos, como se definen, de Led Zeppelin, Who y de otras bandas de la época, retoman la música que hacían sus “abuelos” con bastante energía y gusto. Yo los había escuchado antes en un café por la zona y me habían sorprendido, fue muy chévere volverlos a oír en vivo. Con ellos y Los Pescados, da para comenzar a especular sobre la influencia de la costa (Los Nietos son de Guayaquil) en el rock o rock n' roll como consta en el volante. Me parece que la recuperación de esta música, al menos en estos dos casos particulares, tiene mucha más gracia, autenticidad y hasta me atrevería a decir futuro que algunas cosas que se venían haciendo en los últimos años en la “escena local”; donde a veces abundaba un manejo fácil del “tun-chis, tun-chis” (ska y ritmos similares), una asimilación demasiado básica de la electrónica o una visión limitada de la simpleza y agresividad del punk o el rock pesado.



























Siguiendo con el festival, hasta aquí todo según lo previsto por los organizadores, casi al cronómetro. Algo llovió durante la presentación de Los Nietos, así que el público se aguantó, los fotógrafos cubrieron sus cámaras y el festival siguió su curso. Durante el turno de Alicia se tiró X el parabrisas la lluvia bajó un poco de tono en algún momento. Alicia STxP es una banda alternativa que está por lanzar un 2do álbum. Me falta escucharlos un poco más, así que prefiero disimular con imágenes que con palabras:






Fue después, durante la pausa entre bandas, que la cosa se puso seria. Había (habíamos) alguna gente bajo la lluvia en la zona de comidas cuando el cielo se desató de golpe, sin ningún pudor. Todos a correr a donde buenamente podíamos, mientras sonaba de fondo, viniendo de la amplificación del escenario, una canción de Guardarraya: “con una aleta rota...” Es una experiencia extraña escuchar ese coro y correr literalmente bajo el agua.

Mientras algunos aprovechábamos la carpa que los organizadores habían dispuesto para la gente de prensa, con la ingenua esperanza de que “cuando se calme” el concierto continuaría, la lluvia invitó muy amablemente al granizo a acompañarla en su visita al Itchimbía. Éste no se hizo rogar, quizá quería conocer a las bandas internacionales. El viento también quiso ver qué pasaba y la carpa de la zona VIP, cortesía de los auspiciantes, terminó en el piso (de pronto aparecieron de la nada algunos músicos y sus panas buscando refugio, la verdad fue un poco divertido). La lluvia seguía cayendo, sin preocuparse de guardar nada para el día siguiente. Y es que mi Quito tiene un sol grande que evapora harta agua.




El terreno bajo nuestra carpa y en sus alrededores era bastante irregular. Un terreno irregular termina convirtiéndose en un charco cuando hay tal cantidad de agua como la que nos obsequió San Pedro la tarde del sábado. Muy mala idea ponerse los zapatos con hueco en la suela.







Ya sólo faltaba ver a Noé (no a Zoé, no llegaron a presentarse) señalándonos con el dedo (el del medio) y diciendo “¡para qué no me hacen caso!” No fue inesperado, más bien totalmente lógico y comprensible cuando los organizadores nos informaron que el concierto se suspendía por ese día, dejando a la mitad del cartel sin presentación. Al parecer se habían producido incluso daños en los equipos. Me quedé con las ganas de oír a dos bandas nuevas y a dos conocidas. Sobre todo a Plastilina Mosh, que venían de lejos y ya hace un año y pico habían cancelado un concierto. Pero al día siguiente mostraron su terquedad.


Resumiendo, el día pasó de soleado a helado en cuestión de una o dos bandas. En todo caso aquí el recuerdo de algunos rayitos de sol que iluminaron el Quito Fest antes de la furia de los elementos.







Y eso, básicamente.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Quito Fest Día 1: sin extremos

Subieron al Itchimbía, oriundas de ciudades como Quito, Bogotá, Bello Horizonte, Denver y Atuntaqui. Interpretaron Death, Grind, Black, Trash, Heavy, Doom y Hardcore. Las bandas del primer día del Quito Fest se han inscrito tradicionalmente dentro del género conocido como rock pesado o “metal”; y para ciertos sectores música ruidosa o satánica. Creo que “grind” es además una de las velocidades de la licuadora, y ver algunas reacciones del público no desmiente esto.

En todo caso, ya que mi oído y mis conocimientos al respecto no me permiten apreciar mucho las diferencias entre, por decir algo, black y death, dejo aquí más imágenes que otra cosa. En orden de presentación, estuvieron:





Asfixia. Ataques feroces, nada sutiles, contra la religión y contra LG (Lucio Gutiérrez).





Mortuum. De Atuntaqui. No he estado allí.






Eminence. Bueno, Lampinho, no sólo bananas en Brasil, ¿no?




Muscaria. La que más me llamó la atención, y de nuevo, una banda conocidísima (14 años de trayectoria) sobre la que mucha gente puede decir mucho. Esto de no escuchar metal paga mal a veces.






Cephalic Carnage. De Denver, Colorado. Tampoco he estado allí.




Decapitados. Primera mujer sobre el escenario.

Y como tiene que ser, un espacio para la gente, la que viene a disfrutar el concierto y aguanta lo que haya que aguantar, como los caprichos del clima capitalino. Sin ellos, las cosas serían distintas o no serían.
Una muestra pequeña:



Para terminar, el “sin extremos” del título se refiere simplemente a la ausencia de la primera y la última: Kanhiwara y Kraken, dos bandas que se parecen en que empiezan con K; que abrieron y cerraron el primer día. La primera ausencia se debe a una demora, digamos involuntaria (y a que el festival empezó puntualmente, bien por eso). La segunda a un compromiso adquirido previamente con una obra de teatro que tenía funciones este día y el siguiente, así que opté por perderme a Kraken y no a Plastilina Mosh.

Eso, claro, porque no sabía del ataque traicionero y vil que nos tenía preparado la muy noble y leal ciudad de San Francisco de Quito para el siguiente día. Siga leyendo.