lunes, 6 de julio de 2009

La cadena y el Chacal

Mi idea cuando comencé este blag era no caer en cadenas, “mêmes”, y ese tipo de cosas, supongo que pretendía ser original de alguna manera, pero ya como que no importa tanto. Es que encontré en otro sitio web estas instrucciones y me gustaron mucho:

1.- Toma el libro que tengas más a mano.
2.- Ve a la página #123.
3.- Ubica el 5to párrafo.
4.- Cópialo en tu blag junto con estas instrucciones.


Así que va:

“Mas, para no aumentar el grosor de los tubos, compré metal muy delgado, demasiado fino. Al practicar las roscas a los tubos, para su montaje posterior, quedaba como papel fino. A la menor presión, se dobla. Para poder mantener las medidas interiores adecuadas para que la parte más ancha de la recámara encajara en los tubos y no tener que adelgazar demasiado el material, hubiese tenido que construir unos tubos de un grosor exterior que no hubiese parecido natural. Así que tuve que decidirme por el acero inoxidable.”


-Frederick Forsyth, “Chacal” · (título original: The Day of the Jackal)-

5.- Importante: no busques el libro más bacán que tengas, o el que le guste a todo el mundo, o el que quieras que crean que has leído; toma el que esté más a tu alcance.
6.- Háblanos del libro en cuestión.

En mi caso, este libro (que había recomenzado hace un par de días, casualmente) se encontraba literalmente al alcance de mi mano al encontrar ese “post”. Es totalmente recomendable para quienes les guste el género policial / político / de espionaje. Y para quienes no, es una buena manera de iniciarse.


Chacal es la primera
novela de Frederick Forsyth y para mí la mejor de las 10 o algo así que he leído de él. Al contrario de lo que ocurriría luego en algunas de sus obras, en ésta, tal vez por la época (1963) en la que ocurre, la tecnología juega un papel muy poco importante en el desarrollo de la trama y en los planes, contraplanes y demás actividades del “Gran Juego”. Sí, tenemos llamadas interceptadas, pasaportes falsificados, fusiles de precisión camuflados (la frase citada se refiere justamente a la fabricación del arma) pero no hay nada que se parezca a una computadora y por supuesto estamos lejos de los aparatos mágicos que hoy en día se asume son parte indispensable de la lonchera de un buen agente secreto. El trabajo de los agentes es principalmente detectivesco, casi aburrido, una labor de Inteligencia que consiste en recoger todos los datos sobre el tema en distintos puntos del país, pasarlos por el cernidor hasta que uno salta a la vista por su relación con otro, y se empieza a perfilar un lugar, un nombre, un rostro, un pasaporte, una detención...

Este libro tampoco tiene, como varios de los que vinieron después, la clarísima dicotomía Oriente / Occidente sino que el Chacal, el “malo” de la película en esta historia, viene del país del autor,
Inglaterra, que en libros posteriores sería por lo general el que se identifique con el lado de los “buenos” por ponerlo de alguna manera. En esta historia, un grupo de militares franceses rebeldes que quiere asesinar a Charles De Gaulle contrata a un asesino británico (si vas a morir, que te mate un gentleman) para eliminar al General / Presidente.

El libro comienza lento, presentando el contexto político e histórico (Forsyth era periodista, y de hecho De Gaulle sufrió varios atentados en su contra por parte de la OAS mencionada aquí) y como un embudo se cierra poco a poco en torno al plan, a su ejecución mediante un profesional, al descubrimiento del plan por parte de los agentes franceses, a las medidas que toman, a la infiltración de la OAS que sufre el Gobierno, al fracaso de las acciones en contra del desconocido asesino, al avance implacable y elegante de éste hacia su objetivo. Un tira y afloja de ambos lados que atrapa por la astucia, el esfuerzo y la persistencia de parte tanto del frío tirador a sueldo como del callado comisario encargado de impedir un crimen del que no sabe nada (ni la fecha planificada, ni el lugar, ni la identidad del asesino) excepto que si llega a ocurrir se verá convertido en chivo expiatorio de hombres poderosos.

Algo más que me llama la atención de Chacal respecto a otros libros que Forsyth escribió luego es el tratamiento que se le da al asesino: por la manera en que se construye la trama alrededor de sus acciones y reacciones (tiene una gran capacidad de improvisación cuando alguno de los pasos de su plan se ve afectado) llega a parecer por momentos el héroe de la historia. Y en realidad el héroe de la historia es un detective que hace su aparición recién a la mitad del libro, pero el mercenario inglés tiene muchos de los rasgos que caracterizan a los héroes de libros posteriores del autor.

El Chacal, por ejemplo, es un tipo astuto, competente y concentrado en su objetivo, que tiene un cierto pasado y tal vez entrenamiento militar (como los protagonistas de El Negociador, El Puño de Dios, o El Vengador) y es un agente o soldado que prefiere actuar solo e irrespetando ciertas reglas (así como los valiosos pero indisciplinados Jason Monk, Sam McCready o Quinn cumplen con su misión mas no con el protocolo que sus quisquillosos jefes exigen). Además el Chacal, al igual que los protagonistas de Los Perros de la Guerra, El Negociador y en cierta medida El Manipulador, no deja pasar la oportunidad de una conquista femenina, aunque sí es el único que luego deja de lado a su presa de forma cruel.

Frente a este personaje, a quien vemos matar con total frialdad cuando es necesario para su seguridad o para la ejecución de su plan, el comisario de policía a quien sus superiores han “cargado el muerto” es un tipo pequeño, calmado, silencioso, apocado... se llega a mencionar que está dominado por su mujer. No he vuelto a ver un villano ni un héroe con estas características tan marcadas en novelas posteriores de Frederick Forsyth, pero me parece una manera brillante de jugar con los personajes y su rol dentro del escenario detectivesco y de acción.

Chacal tiene personajes llamativos aunque no profundice demasiado en su interior, quizá eso no haga mucha falta en este tipo de libro. Hay en cambio una trama que se desarrolla y se desenrolla muy bien revelando algunas sorpresas, una tensión que va en aumento hasta que, igual que en un embudo, sale de golpe y explosivamente como el disparo de un asesino a sueldo... y no falla nunca.

7.- En realidad, el punto 6 no existía originalmente pero no pude resistir la tentación. Me parece que así esto se vuelve más interesante, además no me bastaba con un “copy / paste” y un “read / type”. Algo más tenía que tener este “post” y creo que lo tiene, además de que no incluye “spoilers” (mierda que me faltan palabras en castellano). Para cerrar, una frase más del libro, tomada de la página 306 de mi edición:

“El claro de luna convierte al hombre más civilizado en un primitivo”. (El mismísimo Chacal)

Esta frase no va antes de una escena de disparos, persecución o pelea, sino de sexo. Vale la pena leer este libro, en serio.

3 comentarios:

  1. LO tenía mi padre en la estantería y debo decir que nunca me dio por ahí. De todas maneras después de leerte, apetece. Un gusto leerte

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  2. Comentario de prueba de prueba de prueba no hacer caso no hacer caso no.

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"¿Quieres pasar a mi salón?", le dijo la araña a la mosca.

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