miércoles, 17 de septiembre de 2008

No sólo la Iglesia miente

En estas semanas se ha transmitido insistentemente una serie de comerciales que desmienten algunas afirmaciones hechas por representantes de la Iglesia católica sobre la constitución elaborada (¿ironía, ironía?) en Montecristi. Y sí, luego de ver la publicidad oficial uno se pregunta dónde queda “abierta la posibilidad” del aborto o el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Los comerciales terminan con un “¿Por qué nos mienten? ¿Por qué juegan con nuestros valores religiosos?” Y si bien no creo que haya habido una respuesta directa a la inquietud, sí han surgido voces tachándola de “Iglesia pelucona” y grafiteros en la misma línea. Consecuencias de levantar falso testimonio contra su prójimo, según parece.

También escuché a Fernando Cordero mencionar en su discurso de cierre como una de las ventajas de la posible nueva constitución el que nunca más se permitirá la pena de muerte. Esto suena muy bonito y es un alivio saber que ya no tendremos ese castigo previsto en la legislación correspondiente. Es una buena razón para votar SÍ, excepto que.

Excepto que en la constitución (a veces) vigente, la del 98, la pena de muerte está expresamente prohibida. Entonces uno se pregunta si el ilustre asambleísta no se había dado el trabajo de leer lo que era tan urgente cambiar (gravísimo tratándose de alguien que fue presidente de la Asamblea) o si, de plano y descaradamente, miente. ¿Qué sería peor? Y no he visto voces indignadas reclamando “¿Por qué nos mienten? ¿Por qué juegan con nuestros valores humanitarios?”

El sábado 23 de Agosto se llevó a cabo una gran concentración en la Avenida de los Shyris, en Quito, para promover el voto por el SÍ a la nueva constitución, y de paso, al “régimen de transición” que otorgará un par de meses más con sueldos altivos y soberanos a los ex-asambleístas. Se presentaron bandas de rock, de hip-hop, de salsa, aunque faltaron los Iracundos de Bucaram o las tecnocumbieras de Gutiérrez. Acudieron, eso sí, algunos destacados funcionarios públicos, así que leer en la página web de la Presidencia que los funcionarios públicos “están prohibidos de participar en campaña electoral para el referendum” lo deja a uno confundido. ¿Pueden o no los funcionarios públicos hacer campaña? ¿O eso depende de hacia qué opción orienten esta campaña?

Antes de su llegada se transmitió la cadena del Presidente de la República, esta vez desde Lumbisí. El Presidente criticó duramente a los estudiantes que, durante su intervención de la semana anterior, habían causado desmanes en la Universidad de Guayaquil. Habló contra los “hijitos de papá”, contra quienes tiran “piedras, palos, sillas, botellas”, y pidiendo “dejémosle la amargura, la violencia, el odio a los derrotados”. Cuestionó la utilización de la violencia y dijo que eso hace la oligarquía porque “no puede discutir con ideas”. Me pareció muy bien.

Un poco más adelante se encontraba un numeroso grupo de militantes del MPD. Pensé que estaban ahí para criticar el mensaje del Presidente, para defender su derecho a utilizar la violencia como medio de defensa de sus nobles ideales, y para decirle que no es que no puedan discutir con ideas: es que un verdadero revolucionario las expresa a través de su fusil. ¡Pero no! Se encontraban haciendo campaña por el SÍ, por la patria nueva, y claro, por el socialismo. Y aquí hay otra incoherencia. ¿No es el MPD un grupo que se ha caracterizado, y no desde anteayer, por utilizar la violencia en sus manifestaciones? ¿Por qué ahora se los acepta como aliados y no se critica su conocida trayectoria? A menos que, y esto sería muy grave, se considere que la violencia es válida para defender los ideales de la revolución ciudadana pero no los de la oligarquía, los de la “izquierda” pero no los de la “derecha”. Sería como considerar, voy a decir cualquier cosa, que a veces la violencia podrá no ser legal... pero es legítima. De hecho consideré preguntarles a algunos de los personajes sobre la tarima de esta organización si se habían dado cuenta de que el Presidente los estaba criticando duramente, pero había de por medio una clásica fogata de huelga, la superioridad numérica, y preferí pasar de largo. El semáforo, arriba, parecía enviar algún mensaje:

O tal vez eso haya sido un mensaje subliminal del autor de este blag. O tal vez, simplemente, no había que tomárselo tan en serio. En todo caso, hasta aquí podría argumentarse que se trata de manipulaciones, doble moral, incoherencias, confundir la cola del gato con otra pata o alguna otra jugarreta tristemente común entre nuestros políticos de siempre. Pero en un volante repartido en la concentración encontré varias afirmaciones que faltan descaradamente a la verdad. Es más chocante que lo primero que se lee sea “los ciudadanos honestos por fin llegamos al poder” (se olvidaron de las ciudadanas) y que luego haya toda esta lista de mentiras.

Aquí una foto del volante en cuestión. Como elemento lúdico del blag, cuente 5 puntos por cada mentira encontrada y 10 por cada falta de ortografía, puntuación o gramática, saque el total y quien consiga más puntos será el ganador.



























Mientras tanto, seguimos perdiendo todos con este tipo de campañas.

Nota: Es posible, bajo cierto punto de vista, considerar que no son mentiras, si es que el Gobierno ha decidido que en caso de ganar el NO retirará los subsidios y eliminará el bono de desarrollo. Pero en tal caso estamos frente a algo peor: el chantaje, la compra de votos al mejor estilo de Alvaro Noboa. Nada de esto es propio de los ciudadanos honestos mencionados en el volante.

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"¿Quieres pasar a mi salón?", le dijo la araña a la mosca.

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